Tamara Aguayo Rivera nació en 1992, en la comuna de Ñuñoa, Región Metropolitana. A los pocos años de vida sus padres Roberto Aguayo Muñoz y Carmen Rivera Méndez, se trasladaron junto a su hermana Makarena al campamento de Chuquicamata. Allí estuvo un tiempo para luego desplazarse a la localidad fronteriza de Ollagüe, lugar donde su padre desempeñó labores de Carabinero en la subcomisaría del poblado. Cuando su hermana cumplió 6 años se radicaron en Calama. La enseñanza básica la realizó en el Colegio Adventista y sus estudios secundarios en el Liceo Luis Cruz Martínez. En esos años ya empezó a interesarse por la labor social.
Su educación superior la efectuó en el Instituto Profesional AIEP donde fue parte del voluntariado y trabajó en el área de asuntos estudiantiles, también velando por el bienestar de los alumnos del instituto. En el AIEP se tituló de ingeniera en prevención de riesgos. Una profesión que le ha permitido desarrollarse profesionalmente sobre todo en la Gran Minería. También, tuvo un paso en el servicio público, trabajando en la seremi del Trabajo y Previsión Social y seremi de Vivienda y Urbanismo.
Uno de sus grandes pasiones y amores es ser bombera, pero no fue fácil ingresar a la institución. Después de un gran proceso de aspirante en la Primera Compañía de Bomberos, el día 4 de mayo del 2016, fue aceptada como voluntaria de la “Bomba Calama”. Es uno sus grandes honores, agradeciendo todo lo aprendido, lo que le ha ayudado a ser más fuerte y valiente. Siempre motivada por la acción social en enero del 2019 ingresó formalmente al Rotary Club Oasis, para seguir aportando a la comunidad.
La representante de la Provincia de El Loa siempre agradece a Dios por las oportunidades que le ha dado para ayudar a los demás. Toda esta experiencia le ha servido para crecer, valorar y descubrir constantemente lo que él tiene para ofrecer.
Primero, quiero dar gracias a Dios por la oportunidad de seguir trabajando por el bienestar de las personas de la Provincia de El Loa, desde esta nueva vereda. Gracias a mis padres, que siempre me han apoyado en todas las etapas de mi vida.
Asumo este desafío como Consejera Regional -a partir del 27 de junio del 2024- con mucha humildad, responsabilidad y compromiso. Prometo que daré lo mejor de mí en este tiempo en el Consejo Regional de Antofagasta. Espero que podamos trabajar en conjunto; vengo con esa ilusión y con la mayor de las ganas de materializar iniciativas y apoyar proyectos que mejoren la calidad de vida y seguridad de miles de personas de mi provincia que tanto necesitan. Mi interés primero siempre serán las personas y ese es el compromiso que desde que juré hago ante la comunidad regional.