Se trata de un programa propio elaborado por el mismo Gobierno Regional de Antofagasta que demandará una inversión total de 1.260 millones de pesos, recursos aportados vía Fondo Nacional de Desarrollo Regional. F.N.D.R.
Un programa pionero a nivel nacional para atender la salud mental de los profesores y asistentes de la educación aprobó el Consejo Regional de Antofagasta. Se trata de un programa propio elaborado por el mismo Gobierno Regional de Antofagasta que demandará una inversión total de 1.260 millones de pesos, recursos aportados vía Fondo Nacional de Desarrollo Regional. F.N.D.R.
El presidente del Consejo Regional, gobernador regional Ricardo Díaz, expresó que en estos tiempos es difícil ser profesor y su labor es muy cuestionada y con una autoridad hoy muy limitada. Sin embargo, añadió que los docentes no están solos en su labor. “Mientras yo sea gobernador voy a cuidar a los profesores, porque se merecen todo el respeto y toda la dignidad”, dijo la primera autoridad regional.
El proyecto fue expuesto en detalle a los integrantes de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología que integraron los consejeros y consejeras regionales Duzanka Flores, Humberto Fuentes, Yasna Meneses Andrea Merino y Paula Orellana.
La presidenta de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, consejera regional Andrea Merino recalcó que se trata de una iniciativa que entrega una respuesta concreta a la falta de respuesta de los profesores por los problemas de salud mental que enfrentan, fruto de la difícil labor que éstos desarrollan. Apuntó que se trata de una iniciativa que tendrá alcance regional con oficinas de atención presencial en Antofagasta, Calama y Tocopilla.
En tanto, la presidenta del Sindicato de Profesores y Profesionales de la Educación (SIPPE) de Antofagasta, Ivette Gareca agradeció el financiamiento del Consejo Regional a este programa piloto, fruto de dos meses de movilizaciones luego del suicidio (07 de marzo del 2024) de la profesora Katherine Yoma, quien había denunciado ser víctima de acoso y amenazas de una alumna y su apoderado.
En este sentido, destacó que se trata de una iniciativa pionera nivel nacional, que en el futuro debería transformarse en una política de Estado quien “se debe hacer cargo de la salud mental de quienes estamos en educación”, expresó. Añadió que los estudiantes se verán también beneficiados, porque podrán contar con profesores y profesoras equilibrados en su estado emocional.
La finalidad última de este programa es contribuir al mejoramiento del bienestar emocional de los trabajadores de la educación que desempeñan funciones en establecimientos públicos y subvencionados, mediante un sistema de atención psicosocial oportuno, descentralizado y profesional. Para ello, se establece un modelo de intervención breve y de primera acogida, con acceso libre y evaluación de riesgo, que permita contener, orientar y, en caso necesario, derivar a servicios especializados de salud mental.
El programa será ejecutado por un tercero seleccionado por licitación pública, mientras que la Seremi de Educación actuará como unidad técnica. Se atenderá bajo la lógica de “ventanilla abierta”, es decir, atención por demanda espontánea. Se estima que se brindará intervención directa a 1.461 beneficiarios en un período de 18 meses, mediante procesos estructurados de acogida emocional, sesiones psicológicas breves, aplicación de protocolos de evaluación inicial y mecanismos de derivación inmediata en caso de riesgo vital. Además, se contempla articulación con otras instituciones del ecosistema educativo y sanitario, tales como los CESFAM, COSAM, municipalidades, SLEP y la Superintendencia de Educación.
El Seremi de Educación, Alonso Fernández señaló que esta iniciativa es muy contundente que va en directo beneficio de los equipos educativos en general. Añadió que la mejora en la calidad de la educación se hace también cuidando a quienes imparten las aulas y están día a día en el aula.